lunes, 25 de junio de 2012

Lentejas secas con calabacín.

Hoy vamos a lo sano. ¡Sin que por ello esté soso!
Y apto para vegetarianos.
Veamos. Es de nuevo un día de bases, es decir, de saber con qué quieres cocinar pero no el qué. Quería hacer algo con verdura (o vegetales, algo sano), y tenía poco tiempo (como casi siempre, que lo dejo para el último minuto y así pasa lo que pasa). Mi primera idea la dejaré para otro día, es una crema de berenjena que he comido alguna vez en un restaurante griego y que me encanta, ahora falta ver si puedo hacerla. Y la segunda fueron calabacines.
La verdad es que es algo muy versátil, los puedes hacer simplemente a la plancha y estarán ricos, o rellenos. Pero me acordé de una receta que creo que saqué de internet hace unos años (y no recuerdo de donde, lo siento por el autor original). Bueno, era algo parecido.
El caso, es que la base es el calabacín, y las lentejas (que hay muchos que no comen legumbres porque no le gustan con su caldito y tal, aquí tenéis otra forma). En mi caso son de bote, cocidas ya, pero por supuesto podéis cocerlas en casa.
Y este viene siendo el resultado:
El truco, sospecho, es sacar el mayor sabor posible a los ingredientes y darle un toque con especias. Parece un poco de cajón, pero es una reflexión profunda, en el fondo...quizá demasiado en el fondo.

-Ingredientes: Por persona
  • 1 Calabacín (tamaño...como un tenedor de largo)
  • 1 Tomate
  • Media cebolla (muchas veces uso cebolla, me estoy dando cuenta al escribir las recetas...Se puede quitar si tienes un odio profundo)
  • 1 Bote de lentejas (si es para uno y no vas a repetir plato, casi mejor que sea de los pequeños, o pon un poco más de medio bote)
  • Especias (yo tenía a mano un molinillo de especias árabes, pero con un poco de pimienta vale (y si tienes, ajo en polvo, jengibre, comino...un poco al gusto)
  • Y como toque final, opcional, un poco de queso rallado (tipo parmesano)
- Procedimiento: Cortar el calabacín (en trozos que se puedan comer de un bocado pequeño) y la cebolla (picada, tan fina como queráis encontraros los trozos). Y ponerlo en la sartén con 2 cucharadas de aceite, a fuego medio-flojo, para que se haga. Ponerle pimienta y especias e ir removiendo con frecuencia. Mientras, cortar el tomate en trozos tamaño bocado pequeño y enjuagar las lentejas (con un colador, por ejemplo). Cuando el calabacín esté empezando a deshacerse en los bordes y la cebolla blandita, subir el fuego (en la vitrocerámica, al máximo, en fuego seguramente no haga falta tanto) para darle unas vueltas y que se tueste por fuera el calabacín, la cebolla y el tomate (que añadiremos cuando el calabacín tenga trozos tostados, ya que si lo añadimos antes se deshace, y quiero encontrarme los trozos.). Por eso decía lo de los sabores, porque al tostarlo coge otro gustillo. Añadir la sal y las lentejas cuando el tomate empiece a amenazar con deshacerse, y darle vueltas como un minuto o dos, para que se mezclen los sabores.
Tal que así:
¡Y listo! Es bastante fácil y rápido, sano, rico, y estupendo para los michelines.


viernes, 22 de junio de 2012

Tarta de quesicaramelo

¡ Buenos y dulces días!
Esta vez la entrada está llena de azucar, que de cuando en cuando se puede hacer también.
Va dedicada a mi Tocaya, a la que le prometí un dulce para celebrar el último examen, por el esfuerzo y para darle suerte. Está hecho más o menos a medida, a base de preguntarle sobre varios ingredientes y ver lo que le gustaba. De lo que me dijo, me quedé con varias ideas, pero fructificaron dos: le gusta la tarta de queso y el caramelo.
Pues vamos a ello. Estuve un rato buscando alguna receta en condiciones por internet (es decir, que se ajustara a lo que quería, a los ingredientes disponibles y que tuviera buena pinta). Pero no encontré ninguna, sino más bien un montón de ideas contradictorias. Asi que cogí un poco de aquí, otro poco de allá y ale, a ver qué pasa.

Pues ese es el resultado. Es una tarta de queso (con su base de galleta) con caramelo. O una tarta de caramelo al queso, jeje.
Admite muchas variaciones, pero la mía es así:
-Ingredientes:
  • Queso fresco (tipo burgos), cuatro tarritos pequeños (unos 270g) .
  • 4 Huevos
  • Azucar blanco ( 3/4 de vaso)
  • Azucar moreno (o blanco, en ese caso un poco menos) 4 cucharadas.
  • Crema ligera (es lo que había en la nevera, pero la nata irá genial) medio vaso sobrado.
  • Leche (3/4 de vaso)
  • Un poco de agua.
  • Para la base: un paquete de galletas maría y unas 5 cucharadas grandes de mantequilla.
- Procedimiento:

Primero, hay que preparar el caramelo (también valdrá de bote, pero ya puestos...Eso si, si sois de natural torpe, con mucho cuidado, que las quemaduras de caramelo son temibles). Coged un cazo, cacerola o sartén (la sartén no se pegará si es antiadherente, lo que facilita las cosas, pero mejor algo con paredes altas, porque luego hace "fshhhhhhhhhuuuuuuuuu" con la nata y da miedo). Y ponerlo al fuego fuerte con el azucar blanco y agua (como 4 cucharadas de agua). Removerlo un poco y dejarlo a su aire, sin quitarle el ojo de encima (importante, no descuidar el caramelo, muy importante!). 
Empezará a deshacerse el azucar y a borbotear, entre blanco y transparente. Mirar con atención, y cuando empieza a ponerse color miel-ambar, apartar del fuego y remover para asegurarse de que todo está igual de hecho. Si tiene un color homogeneo (cuanto más oscuro, más sabor a tostado, a mi me gusta más clarito, pero a gustos..) le añadimos la nata (crema ligera en mi caso), en la misma cacerola, y hará ruido y subirá, que no cunda el pánico. Se pone otra vez al fuego, porque con la diferencia de temperatura se ha hecho sólido el caramelo, y queremos una crema. Se revuelve hasta que se mezcla bien (supongo que este paso se evitaría añadiendo la nata caliente, pero yo os cuento lo que he hecho). Y se añade también la leche. Se deja un ratito al fuego hasta que hierva. 
Mientras, poner en un bol grande los huevos, los quesos y el azucar moreno. 
Poner la crema de caramelo en el bol con lo anterior y darle a la batidora! No hace falta mucho, se mezcla enseguida.
Ponemos a precalentar el horno mientras hacemos la base ( o en otro orden, como os organiceis mejor).
Para la base de galleta sólo hace falta mantequilla y galletas tipo maría (o las que tengais a mano, es que estas están ricas). Se reducen las galletas a lo mínimo (con una picadora, con la batidora o metidas en una bolsa (de las de congelar, o algo asi) y espachurrándolas, y se mezclan con mantequilla, a mano vale, hasta que quede una pasta homogenea( si quedan como migas de galleta sueltas, ponerle un poco más de mantequilla). Esta pasta se extiende en el fondo del molde que vayamos a usar (mejor desmoldable, porque sino vais a sudar para sacar la tarta de ahí) y se presiona como si fuera plastelina, para que quede bien compacta. Y se puede poner directamente la masa encima, o meterlo unos 5 minutos al horno solo con la base (le da un punto interesante). En cualquiera de los dos casos, poner la masa sobre la base (con o sin prehorneado) y meterlo al horno, a altura media-alta, a 160 grados, yo lo puse abajo y con ventilador, y al final 10 minutos arriba y abajo. En total, una hora y 15, pero lo mejor es que vayais comprobando por el método de pinchar y ver si sale limpio.

Y eso es todo, en realidad no lleva mucho tiempo prepararla, casi se tarda más en escribirlo!


miércoles, 20 de junio de 2012

Pollo, arroz y deliciosas sorpresas

A veces, lo más sencillo es elegir la base del plato y luego ir añadiendo complementos. Como cuando te arreglas para salir, que eliges la ropa y le vas añadiendo zapatos, pendientes, colgantes...(queridos, no sé cual es vuestra rutina, pero supongo que tendrá cosas en común, a la hora de ponerse guapo).
En este caso, la base ha sido pollo. Pechugas de pollo sacadas del congelador (consejo de madre, poner a descongelar en la nevera. Consejo para prisas, acudid al microondas!). 
Y me apetecía darle un toque exótico, así que me ha venido a la cabeza el pollo al curry, acompañado de arroz.
Pero tengo una pequeña vocecita incordiosa dentro que me susurraba "¿Y te vas a conformar con eso? Si ya lo has hecho antes..". Y no había yogur. Que le da el punto jugoso.
Así que creí que le iría bien algo dulce, y pensé en manzana, porque pega muy bien con el pollo. Pero había un bonito melocotón mirándome con esa piel tan suave y la promesa de un interior jugoso...Y me dejé llevar.
Para los defensores de la fruta de postre y merienda que miran con horror estas mezclas, los entiendo, pero a mi me gusta...
Mientras pensaba todo esto, puse a cocer arroz basmati para acompañar (un gran acierto). Y enredé un rato más por los armarios buscando inspiración. Cuando leáis la receta, os va a sorprender. Pero palabra que está bueno. Sorprendentemente bueno.
Así acabé con un plato completo, con proteínas, cereales, un poquito de hortaliza, y fruta. Ah, y nueces, también.Saludable,diría.

Y vamos a ver la receta:
-Ingredientes: 
  + Pechugas o filetes de pollo (una pechuga no muy grande por cabeza, para plato consistente)
  + Arroz basmati (medio vaso por cabeza). Vale también arroz normal, o salvaje, o lo que se os ocurra.¡ Si no me empeñara en meter alternativas luego no se me harían recetas eternamente largas!.
  + Melocotón (uno chiquitillo por cada dos, como 1/3 de melocotón y 2/3 de pollo, así a ojo)
  + Cebolla: poca, 1/8 de una pequeña por cabeza.
  + Un puñado de nueces peladas (yo las he pelado, se puede también)
  + Ingredientes de la salsa:(cantidad para dos raciones) Un chorro de zumo de naranja (como 1/2 vaso); una cucharada de salsa de soja; media cucharadita de comino en polvo (o entero); una cucharada de curry; y dos cucharadas de queso tipo filadelfia (o nata, o yogur).
Si, la última parte suena entre rara y mala idea, pero es una improvisación sobre la marcha que ha resultado rica.
-Procedimiento:
Por un lado, poner a cocer el arroz (seguir las instrucciones del envase).
Y por otro: trocear el pollo y la cebolla, y ponerlos en una sartén ya caliente con unas 3 cucharadas de aceite (o 2, casi mejor un poco menos) a fuego medio. Añadir sal y pimienta (de sal, ni idea, un par de golpes de salero mio, pero no es criterio; y de pimienta una cucharadita pequeña - si hay dudas, mejor menos que más-). E ir removiendo.
Mientras (vamos a suponer que tenemos capacidad de hacer dos cosas a la vez) pelamos y troceamos el melocotón (qué bien huele...). ¡OJO! No me descuidéis ni el arroz ni el pollo!
Y cuando el pollo esté ya sin trozos crudos a la vista, añadimos el melocotón y el puñado de nueces a la sartén. Démosle un par de vueltas para que se mezclen los sabores, pero sin espachurrar la fruta. 
Se podría dejar así, pero como quería salsa, el paso siguiente es crearla: poned el zumo de naranja y las especias (comino y curry), y hay que dejarlo que burbujee un ratito, unos...dos minutos. Como tenía un aspecto demasiado líquido, quería espesarlo. La forma trampa es usar espesantes (como el almidón de maíz, la famosa maizena), pero quería otra cosa. Si hubiera tenido nata, hubiera puesto, pero el queso de untar me ha parecido una buena idea...¡Y funcionó!
Este es el aspecto que tenía en la sartén:
Lo dejamos hacer un poco más, otros dos o tres minutos, mientras ponemos arroz en el plato ( ¡Espero que no se os haya olvidado y no sea un engrudo negro en el fondo del cazo! Aun así, si se ha pegado ya, mejor salvar lo de arriba y no rascar. O volver a empezar.)
Y ya está, ponemos el pollo junto al arroz (o encima, o aparte) y listo para comer!
 Os pongo también una foto detalle:)
No hay que tener miedo a probar cosas...a veces, te sorprendes.

martes, 19 de junio de 2012

Huevos escalfados con patatas y ensalada.


Mi primera vez...como bloguera con receta. 
Es de hoy, de la comida. Debido a uno de esos habituales malentendidos con mi hermano, los dos cocinillas de la casa, mis pobres padres, que venían a comer después del trabajo, iban a darse un estupendo atracón de aire...caliente, porque ¡qué calor!.
Y un vistazo rápido a la nevera ha dicho que había huevos, algunos vegetales y las cosas normales como chocolate, leche, vino..pero eso no viene a cuento.
Y los huevos han sido el primer paso. Pero no quería un huevo frito (que luego crecen los michelines), y he visto patatas. Oh! Una tortilla de patatas!
Mmm....Parecía la solución perfecta, como si oyera un aleluya de un coro de querubines en una mala comedia.
Y he pedido socorro a mi hermano, para pelar patatas (por una lesión sin importancia), y a ello se ha puesto. Tras la pela, no había suficiente. Ohhhh (lastimero). Y ale, a buscar otras opciones. 
Me acordé de los huevos escalfados, que son sanotes, rápidos y ricos. Y como ya tenía patatas, pues a lo pobre, con un poquito de cebolla y ajo. ¡Ah! Y tomillo (creo que era tomillo..lo compruebo...No, romero. Tiendo a confundir ambos...:(
Y como parecía poco, de acompañamiento una ensalada, muy muy fácil, solo lleva tomate troceado, mozarella y champiñones laminados , aliñada con aceite, pimienta, sal y un par de hojitas de albahaca fresca (con la albahaca soy intransigente, la seca no tiene naada que ver con la fresca)

 P.D: ya sé que las fotos no se ven muy bien, ¡ mil perdones! Si repito la receta, las actualizo. Las hice con el movil, con hambre...

Y vamos entonces con la receta propiamente dicha, que, al menos por ahora, las iré poniendo con explicaciones muy detalladas, aptas para novatos. 
-Las patatas a lo pobre de emergencia:
  -Cantidad: pues...unas patata tamaño puño por cabeza, como mínimo (si eres de mano pequeña, calcula con otras manos).
   De ajos...yo puse tres dientes (gajos), pero caben bien cinco.
   Y media cebolla, que haya el doble de patata que de cebolla.
  -Procedimiento: Pelar las patatas (si no tienes experiencia, pide socorro o usa un pelador, alejando los dedos de la trayectoria) y lavarlas . Y cortarlas en láminas (pon la patata sobre una tabla o encimera resistente, sujeta bien que no resbale, y corta a lo ancho, en rodajas de unos 2  ó 3 milímetros. Seguro que hay una palabra técnica que lo describe.
Cortar la cebolla, (por la mitad primero, y entonces apoyar la parte cortada en la tabla y después empezando por un borde, cortes de unos 7 mm longitudinales). Si, se llora un poco. Pero con agua se pasa, ¡que no cunda el pánico!.
Y "chascar" los ajos (darles un golpe con el puño o, casi mejor, con la hoja del cuchillo de lado -o algo parecido-) para que queden un poco espachurrados pero con la piel aun.
  Se pone una sartén al fuego, con aceite suficiente para que tape el fondo, y se echan los ajos (yo los puse con piel, se la quité al servirlo). Cuando empiecen a freírse (chisporrotean y les salen burbujitas alrededor ) ponemos las patatas y la cebolla, las removemos un poco, y bajamos el fuego a la mitad (si es gas, lo mínimo para que fría, flojito ). Se añade sal (o después, cuando te acuerdes), se tapa y se va vigilando y moviendo cada poco, cada 3 minutos, pongamos. Para que no se queme, que todo tiene su porqué. Y cuando las patatas estén blanditas ( cuando se parten fácilmente con lo que las estés moviendo, coge una y prueba, pero sopla antes!), se saca, escurriendo el aceite y poniéndolas en un plato con papel absorbente debajo (entre las patatas y el plato) para quitarle aceite.
¡Y ya está!

Los huevos: 
  -Cantidad: 1 Huevo por cada, o los que se quieran.
  -Procedimiento: Poner una cacerola al fuego con agua. No tiene que ser muy grande, y agua...pues como 6 o 7 dedos. Mientras empieza a hervir, preparar los huevos. Coger un cuenco, poner plástico de cocina (papel film) sobre él (como forrándolo por dentro, dejando un trozo grande de film colgando por los bordes). Poner una gotita de aceite en medio del film, y el huevo crudo (¡sin la cáscara!) encima. Cerrar el film haciendo un paquetito de huevo crudo. Anudar el cierre con una tira de film o lo que tengas a mano. Repetir con el resto de huevos. Cuando hierva el agua, poner los paquetitos dentro, y esperar 4minutos y medio. Sacarlos (queman) y dejarlos reposar 5 minutos (si no me explico muy bien, San Google tiene enlaces donde lo explican con fotos y vídeos). 
Hacer mesetas con las patatas en cada plato ya para comer, y poner los huevos encima. Para abrirlos, cortar el plástico por abajo y hacer que caiga el huevo para que quede con la yema arriba.(eso hice yo, pero habrá más formas). 

Y la ensalada: 
-Cantidad:
  -1 (o 2) Tomate (que sepa a algo, no a plástico), 
  -Mozarella (1 trozo)(de esa que venden en bolsas con mucho líquido, aunque también funciona con queso fresco, o con...no se, queso feta, si te gustan los sabores más fuertes).
  -Unos 4 champiñones laminados (crudos, sí, ¡están ricos!).

-Procedimiento: Se trocea el tomate, se desmenuza el queso a mano (o se corta en trocitos, ahí cada uno...) y se añaden los champiñones cortados. Se aliña con aceite (unas 2 cucharadas), pimienta (media cucharadita), sal y un par de hojitas de albahaca (u orégano, o eneldo, o tomillo...o ninguno, si no tienes).

¡Y que aproveche!

Inauguración


¡Bienvenido!
Me llamo Cristina, me gusta meterme en la cocina y no salir escaldada de ella. Aun así, el riesgo es siempre un elemento presente, ya sea por cuestiones de tiempo justo, porque no he pensado qué hacer con anterioridad o porque se me olvide algún ingrediente...
He aprendido con la experiencia, con mi madre, y oliendo los guisos de la abuela. Mi nariz es la que sabe si algo va bien o no. El resto, hace lo que puede.
La inspiración, del hambre y el aburrimiento de comer lo mismo. Y de fotos, libros, programas....
Mi propósito: mostrar lo que se cuece en mi cocina, sin opulencias, a diario, improvisado casi siempre, siguiendo recetas o no, sin miedo a experimentar, pero con cuidado, que hay que comérselo después.
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